Cómo y por qué me he convertido en padre de las células madre éticas

Entrevista al científico Shinya Yamanaka, inventor del procedimiento plenamente ético.

L’Osservatore Romano. 29 de agosto de 2008

Entrevista de Assuntina MORRESI y Roberto SGARAMELLA.

Shinya Yamanaka es el científico que se ha hecho famoso por haber logrado producir las así llamadas células madre «éticas», es decir, células madre huma­nas muy semejantes a las embriona­rias, sin destruir embriones ni intentar clonarlos; lo hizo creando un procedi­miento que permite reprogramar célu­las de la piel, «rejuveneciéndolas» con una manipulación genética, hasta trans­formarlas en el tipo IPS ~-células ma­dre pluripotentes Inducidas—, con pro­piedades muy semejantes a las embrio­narias.

Shinya Yamanaka es profesor e in­vestigador en el “lnstitute for lntegrated Cells — Material Science», de la Univer­sidad de Kyoto, en Japón, y en el «Gladstone Institute of Cardiovascular Disease», de la Universidad de Califor­nia, en Estados Unidos. Aceptó amable­mente responder a algunas preguntas sobre su trabajo y sobre su importante descubrimiento.

Los periódicos de todo el mundo ha­blaron de su descubrimiento de la técnica de reprogramación celular, como la definió también el diario inglés “Ti­mes». ¿Cuál fue el momento crucial de su investigación iniciada experimentan­do con ratones? A la luz de los resulta­dos obtenidos con células humanas, ¿cuáles otros progresos prevé en esta línea de investigación?

Hemos buscado los factores vincula­dos a la pluripotencia en las células madre embrionarias de ratón, pero ha sido verdaderamente difícil, hasta que logramos encontrar bancos de datos útiles. incluso después de haber encon­trado veinticuatro candidatos posibles, resultó verdaderamente complicado identificar entre estos los cuatros facto­res finales capaces de inducir el carácter de pluripotencia. Después de de­mostrar que los cuatro factores pueden generar células PS (células madre pluripotentes inducidas) a partir de las cé­lulas de la piel, también demostramos que en la producción de células PS se puede excluir el factor c-Myc, el más peligroso de los cuatro porque está vinculado a la formación de tumores.

El mundo de los cristianos católicos ha leído con interés el reportaje referi­do a usted en el “New York Times”, so­bre todo cuando afirma que, observan­do un embrión a través del microsco­pio, lo vio «poco diverso, de su hija. ¿Qué es lo que le produjo esta impre­sión?

Si hubiera sido el único modo de tra­tar a algunos enfermos, habría querido usar células madre embrionarias. Pero, al mismo tiempo, me dí cuenta de que los ovocitos fecundados pueden llegar a ser niños. Pensé entonces que el mejor modo de resolver este dilema era gene­rar células madre como las embriona­rias directamente a partir de las células somáticas de la piel de los enfermos, sin usar embriones.

En el mismo reportaje afirma usted que no emplea células madre embrio­narias humanas, aunque en su labora­torio de Estados Unidos las esté usando para confrontarlas con las células “reju­venecidas”, que usted descubrió. ¿Por qué esta elección?

Japón tiene una reglamentación muy rígida no sólo para la producción de nuevas líneas de células madre em­brionarias humanas, sino también con respecto al uso de las líneas celulares ya existentes. Este tipo de reglamenta­ción me dificulta el uso de células ma­dre embrionarias en mi laboratorio Ja­ponés.

Más información en: http://www.laiglesiaenlaprensa.com/2007/12/index.html